Freud: su casa en Viena
El ciento cincuenta aniversario del nacimiento de Sigmund Freud (6 de mayo de 1856-23 de septiembre de 1939) está cosido con exposiciones, lecturas y congresos. Y las dos casas más importantes de su vida, la de Viena, donde vivió hasta su huida de los nazis en 1938, y la de Londres, donde murió, se apuntan a la fiesta.
En la apoteósica Viena, la calle donde vivió Sigmund Freud durante casi medio siglo es, sorprendentemente, un remanso de paz, lejos del centro monumental, del Teatro de la Ópera y de las tiendas de lujo. En la calle Berggase, el ruido de un solo taxi alborota la mañana. Y un silencio como éste, de los que da miedo quebrar, debió de llamar la atención del padre del psicoanálisis, que se instaló aquí, en el número 19, hacia 1891. Es una casa típica del siglo XIX: fachadas a mitad de camino entre el gris y el azul pálido, muros sólidos, patios centrales en los que la luz sólo se hace un hueco un día soleado como hoy, y escaleras de madera en las que se escucha el paso del tiempo, las mismas que pisó Freud hasta el 4 de junio de 1938, cuando las botas de la Gestapo violaron su pequeño mundo.
En Bergasse, 19, Sigmund Freud (1856-1939) escribía, escuchaba a sus pacientes, a los que dejaba hablar recostados en el diván, y discutía unas teorías que asombraron e indignaron por igual en la Viena de la frontera del siglo. Al cruzar la puerta de estas habitaciones, viajamos un siglo atrás, con los objetos (pocos) que aquí quedan, en el espacio en el que se desarrolló la historia.
En el recibidor vemos uno de los baúles en los que transportó sus pertenencias a Londres, y también un bastón, un sombrero, una gorra deportiva que cuelga del perchero. Freud era viajero, fumador y coleccionista de objetos antiguos (egipcios, griegos, orientales…), que comenzó a acumular en los años noventa del siglo XIX. En esta casa vienesa se conservan unas ochenta piezas de las tres mil que llegó a reunir, y que le acompañaron en su huida. En 1971, cuando Bergasse 19 se abrió al público, Anna Freud accedió a devolver a su hogar de toda la vida la sala de espera al completo, muebles, cuadros y fotografías que recuperan aquellos años. «En tiempos me sentía lleno de ambición y ávido de aprender… Ahora, y desde hace mucho tiempo, sé que no soy un genio y ni siquiera comprendo cómo alguna vez lo he podido anhelar», se lee en una carta dirigida a Martha Bernays en 1863, tres años antes de su matrimonio.
La sala de espera, en efecto, está exactamente igual que cuando fue abandonada, con el mismo sofá, tres sillas tapizadas en terciopelo, un ventanal y fotos, infinidad de fotos, de recuerdos. En estos pocos metros cuadrados se celebraban las famosas reuniones de los miércoles en torno al psicoanálisis y el poso de los sueños, a su valor como terapia. El paseo continúa por lo que fue el consultorio del neurólogo, por sus habitaciones privadas, por los salones reconvertidos en zona de exposiciones temporales. Son, salvo la citada área de espera, espacios sin muebles, aunque el mero hecho de pisar este entorno y la documentación gráfica acumulada en paneles ayudan a viajar un siglo atrás.
Esta casa-museo-fundación de Viena, que el año pasado recibió 65.000 visitantes, será el centro de las celebraciones en torno al 150 aniversario del nacimiento de Freud. El 5 de mayo se inaugurará la exposición «El diván: pensar echado», en torno al significado e importancia de este sillón reclinable y su presencia en la literatura, el arte y la medicina desde el siglo XIX. En las estancias de la casa, los visitantes podrán preguntarse sobre el papel del sofá en el psicoanálisis actual, sobre las similitudes y diferencias de los tratamientos de hoy y de hace un siglo, y de paso podrán ver distintos tipos de divanes, desde alguno procedente de la Exposición Mundial de 1873 a otro diseñado por Otto Wagner.
La agenda del 150 aniversario
Las casas-museos. En Viena. Berggasse 19, A-1090 Wien. Abierta todos los días de 9.00 a 17.00 h.
En Londres. 20 Maresfield Gardens. London NW3 5SX. Abierta de miércoles a domingo, de 12.00 a 17.00 horas.
El programa. Viena. "El diván: pensar echado". Del 5 de mayo al 5 de noviembre. Durante toda la primavera, además, se sucederán en la capital austriaca las lecturas, simposios y conciertos (el 5 de mayo, en la Wolksoper, por ejemplo) en torno a Freud.
Praga. Una muestra de divanes, en el antiguo ayuntamiento de la Plaza Vieja, desde el 11 de mayo. La capital checa también prepara una exposición y un concurso para erigir un busto del neurólogo, que nació en la actual Príbor, territorio hoy de la República Checa.
Berlín. «Psicología y cine después de Freud». En el German Filmmuseum, la influencia del psicoanálisi en el cine. De septiembre de 2006 a enero de 2007. Estos días, el Museo Judío de Berlín ha inaugurado una muestra sobre la vida y obra del pensador.
Gorizia (Italia). «Sigmund Freud y la tierra de los sueños». En el castillo de Gorizia, recuerdos de sus viajes y estancias en Italia, y parte de sus antigüedades. Del 7 de junio al 1 de octubre.
Nueva York. «Freud y Viena». Exposición fotográfica, en la Leica Gallery. Del 21 de abril al 3 de junio.
Madrid. «Freud, arqueólogo». El Círculo de Bellas Artes de Madrid organiza un ciclo de conferencias y debates coordinado por Jorge Alemán, con la presencia de Georges Didi-Huberman, Isabel Platthaus, Jesús González Requena, Ángel Gabilondo, Jacques Alain Miller, Félix Duque y Lydia Marinelli. Del 4 al 11 de mayo.
PD. Anónima ha realizado una interesante recopilación de textos en torno a Freud.
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